Un restaurante de lujo que por primera vez abría sus puertas un domingo por la mañana para recibir a un número de chicas vestidas de deportes y dispuestas a entrenar donde normalmente se ‘cena’. La masterclass deportiva duró 45 minutos y logró que todas las chicas viviese una experiencia irrepetible y única.
La experiencia continuó con una charla de nutrición basada en los ricos platos que el mismo restaurante El Feroz ofreció a las asistentes , y finalizó un una serie de ejercicios de recuperación y estiramiento.